Lámparas de señalización de seguridad para evacuación, compactas y versátiles. Se pueden instalar en cualquier posición con un solo soporte (incluido), para una distancia de visibilidad de 20 o 30 metros y pictogramas conformes con los estándares internacionales (ISO70).

HP320

Lámparas de señalización de seguridad y accesorios

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HP330

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Iluminación de emergencia Harper

La corriente eléctrica puede interrumpirse en cualquier momento, por ejemplo, debido a fuertes temporales, incendios, obras en curso o sobrecargas de la red. En estos casos de peligro, las lámparas de emergencia proporcionan una iluminación fundamental para garantizar la evacuación del edificio con total seguridad.

  • Tecnología
    Las lámparas de emergencia de la línea HARPER usan ledes de última generación que garantizan más de 50 mil horas de vida útil, alta emisión luminosa y mayor eficiencia energética del aparato. Asimismo, gracias a su exclusiva óptica patentada, anulan por completo el riesgo de deslumbramiento, en conformidad con las normativas en materia de seguridad fotobiológica. La mayor duración y eficiencia de las lámparas HARPER se debe también a las nuevas baterías LiFePO4, mucho más duraderas, compactas y ecológicas que los acumuladores convencionales de níquel cadmio o hidruros metálicos.

  • Gama 
    La amplia gama de la línea HARPER responde a cualquier exigencia de instalación. Los diferentes tiempos de autonomía y grados de protección satisfacen las prescripciones de cada ambiente, y la versatilidad de los accesorios permiten todo tipo de instalación. Hay dos tipos de funcionamiento disponibles:
    Permanente (SA) La lámpara permanece constantemente encendida, ya sea con o sin energía en la red eléctrica. Normalmente son requeridas para la iluminación de las vías de escape.
    No permanente (SE) La lámpara se enciende únicamente cuando se produce una interrupción del suministro de energía eléctrica.

  • Versiones

    Estándar: aparatos autoalimentados, equipados con batería. Precisan solo de la conexión a la red de 230 Vca.
    Auto-Test: los plafones están equipados con un microprocesador que gestiona el comportamiento de la lámpara y controla su funcionamiento y su duración. Se lleva a cabo una PRUEBA FUNCIONAL cada 14 días y una PRUEBA DE AUTONOMÍA de la batería cada 28 días. De este modo, el instalador puede realizar el mantenimiento ordinario de forma específica y con menor esfuerzo, ya que es la propia lámpara la que indica la posible avería. Supervisión por Bus: los aparatos poseen una interfaz, eléctricamente aislada del resto de los componentes electrónicos, que permite la comunicación en el bus, y de esta forma, ser permanentemente supervisados desde una central de vigilancia. En cualquier situación en la que no haya comunicación con la central (por ejemplo, bus no conectado), los aparatos continuarán funcionando de forma totalmente autónoma, y realizarán las pruebas funcionales y las pruebas de autonomía siguiendo el mismo procedimiento y los tiempos de los aparatos Auto-Test. Central-Battery: los plafones no están equipados con baterías, sino con el alimentador electrónico para el encendido de los ledes. Pueden alimentarse con una tensión comprendida entre 160 y 260 Vca y utilizarse como lámparas normales de iluminación o bien, conectadas a instalaciones de emergencia con relé centralizado.

  • Pulsador de prueba 
    Muchos aparatos HARPER están equipados con un pulsador que proporciona muchas funciones al instalador. Su funcionalidad se puede comprobar en cualquier momento presionándolo brevemente, o bien se puede realizar la prueba de autonomía manteniéndolo presionado durante 5 segundos. En los aparatos de tipo permanente (SA), un toque con duración intermedia (2 segundos) permite modificar el flujo luminoso en SA a distintos niveles, desde la intensidad máxima hasta una mínima del 10 %. Esta última función es especialmente útil para los plafones instalados en entornos abiertos al público como cines y teatros: en condiciones normales se proporciona una iluminación que no moleste al espectáculo, pero que garantice la visibilidad de las vías de salida. En caso de emergencia, la lámpara suministra la luminosidad máxima.

  • Inhibición y modo de reposo 
    Se puede inhibir el funcionamiento de la instalación de emergencia utilizando la función de inhibición, que se lleva a cabo mediante un interruptor conectado a los terminales I y C de las lámparas. Esta solución se obtiene con un coste mínimo, pero tiene un inconveniente: en caso de avería en la línea de inhibición, o de que el interruptor se encuentre inadvertidamente en la posición "OFF", se produce la inhibición permanente de la instalación, con la consecuente falta de encendido de las lámparas. Para obviar dichos inconvenientes, las normativas han previsto la función "Modo de reposo" que se puede obtener conectando un dispositivo de control centralizado a los terminales R y C. Éste gestiona la inhibición de las lámparas y las mantiene activas y autorrestaurables en caso de apagón. Este dispositivo permite realizar también la prueba de funcionalidad y de autonomía de la instalación de emergencia.