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En un sistema intrusión el teclado tiene un papel esencial. Es el elemento principal con el que el operador se comunica con el sistema y, por lo tanto, su ergonomía funcional es fundamental. Al mismo tiempo se convierte en un elemento de decoración y, por tanto, debe adaptarse a las diferentes situaciones que se presentan en el lugar. Los teclados INIM logran combinar las exigencias estéticas y ergonómicas con una elegancia sin igual.

Estos teclados se encuentran entre los más finos del mercado, lo que contribuye a obtener dimensiones totales reducidas, sin renunciar a elementos cómodos de la interfaz como, por ejemplo, la amplia y clara pantalla gráfica, donde los iconos indican al usuario el modo más rápido para activar las distintas funciones, simplemente presionando 4 teclas de función.